¿Trajiste tus fotos para imprimirlas en el laboratorio y el resultado es muy diferente de lo que esperabas?
Yo también me encontré en esta situación cuando empecé a dar mis primeros pasos en la fotografía digital. Todo gira en torno a una correcta gestión del color. Entender cómo manejar el color es esencial para lograr buenos resultados en la post-producción e impresión. Para trabajar con la máxima precisión, los dispositivos que utilizamos deben estar correctamente calibrados y perfilados: deben ser capaces de «comunicar en el mismo idioma».
El objetivo es intentar mantener las propiedades de una imagen, empezando por la toma, pasando por la visualización en pantalla y finalmente en la impresión.
Sabemos que comparando la misma imagen en diferentes dispositivos (monitores, escáneres, impresoras, teléfonos móviles, etc.) veremos en cada uno de ellos los colores de forma diferente: más saturados, más oscuros o, por ejemplo, con una fuerte dominante del verde. Incluso dos monitores de la misma marca y modelo son diferentes entre sí y no tienen el mismo perfil de color de fábrica.
Para resolver este problema y para que sea posible trabajar con criterio y organización en el mundo de la gráfica, se inventó un CMS (Sistema de gestión del color). Este utiliza un lenguaje común basado en el modelo tridimensional CIE L*a*b (desarrollado para describir los colores que el ojo humano puede percibir).
A través de la calibración de un dispositivo se genera un perfil de color ICC, una especie de tarjeta de identidad colorimétrica del dispositivo, que es el resultado de la asociación de las coordenadas del modelo de color L*a*b con cada valor RGB (Rojo, Verde, Azul) de un espacio de color.
¿Qué necesitas para calibrar y crear perfiles ICC en diferentes dispositivos?
1. Para las cámaras y los escáneres (dispositivos de entrada) necesitarás un ColorChecker. El uso de esta herramienta es importante para obtener con precisión, en la fase de postproducción, los mismos colores que estaban presentes en la escena original. Es útil sobre todo en la fotografía de moda o de productos, donde es esencial que los colores se registren con la máxima precisión.
2. Para las pantallas (dispositivos de visualización) necesitarás un colorímetro o un espectrofotómetro. En el mercado, las marcas más fiables son X-Rite y Data Color.
3. Para las impresoras (dispositivos de salida), necesitarás un espectrofotómetro.
¿Mejor el colorímetro o el espectrofotómetro?
Aunque el colorímetro es ideal para calibrar monitores y proyectores, el espectrofotómetro también puede medir el color impreso en un medio físico. Los modelos más avanzados pueden ser una buena solución para calibrar todos los periféricos con un solo instrumento.
Vista previa de la foto en impresión: colores de prueba.
Si no tienes la posibilidad de imprimir en tu casa y generar un perfil ICC de tu impresora con un espectrofotómetro, tendrás que buscar un laboratorio serio y profesional que te proporcione el perfil de la impresora que utilizan, como Kinefot (Talcahuano 244, Buenos Aires), que le da la posibilidad de descargarlo desde el sitio.
El perfil se genera para cada impresora y el tipo de papel. Una vez que lo tengas, puedes subirlo a Photoshop en Vista —> Ajustes de prueba —> A medida. En «Vista», en el mismo menú desplegable, puede activar la opción «Colores de prueba» con el perfil cargado (como se muestra en las imágenes de abajo).
Obtendrás una vista previa bastante precisa del resultado en la impresión y evitarás encontrarte con sorpresas desagradables cuando estés recogiendo tus fotos del laboratorio!
Espero que estos fundamentos te ayuden a mejorar tu flujo de trabajo y a obtener mejores resultados, especialmente al momento de imprimir. Entender bien estos aspectos requiere dedicación y tiempo.
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