Para esta entrevista volamos al Reino Unido para conocer a Steve Davey, un reconocido fotógrafo de viajes, escritor y tour líder con sede en Somerset.
Un viajero incansable que ha sido capaz de hacer de su pasión una estilo de vida. El trabajo de Steve ha sido divulgado a nivel internacional e incluye dos libros publicados por la BBC.
Vamos a conocerlo más de cerca!
Cuéntanos sobre ti, Steve: ¿cómo comenzó tu pasión por la fotografía de viajes?
Nunca viajé al extranjero cuando era niño. La primera vez fue en unas vacaciones familiares a París cuando tenía unos 16 años. Ya me había interesado a la fotografía en la escuela y me fascinó caminar por las mismas calles parisinas donde vivían algunos de mis grandes héroes de la fotografía – personajes como Cartier-Bresson y Robert Capa.
Estaba usando una cámara analógica Pentax MX, totalmente manual. Recientemente redescubrí algunas de las fotos que había tomado en ese viaje, ¡y todavía estoy bastante satisfecho con ellas!
El verano siguiente volví a París, y un año después, a la tierna edad de 18 años, viajé con un pase de Interrail por toda Europa, llegando hasta Hungría, todavía en ese momento, detrás de la Cortina de Hierro.
En ese momento, me di cuenta de que había un mundo fantástico ahí fuera, mucho más excitante que en el que yo había crecido, y quería verlo, experimentarlo y, por supuesto, fotografiarlo.
También me di cuenta de que el mero hecho de fotografiarlo podría abrirme la puerta para viajar, ¡sin tener que esperar a esas tan ansiadas vacaciones anuales!
¿Cuál fue tu primera asignación oficial?
Mi primera asignación oficial fue la realización de una brochure de viaje de alta calidad en el sur de España.
Ya había vendido contenidos antes, pero era la primera vez que me encargaban ir a algún sitio. Fue cuando debía terminar la exposición para mi licenciatura en fotografía, así que tiré un montón de fotos sobre una mesa y me puse en marcha.
Viajar a algunos de los lugares más pintorescos del sur de España, alojarse en hoteles de lujo y comer en algunos de los mejores restaurantes fue increíble – ¡estaba entusiasmado!
¿Qué cámara usas? ¿Fue difícil el cambio de analógico a digital?
Actualmente estoy usando la Nikon D850. Tiene una resolución increíble, un gran rendimiento en condiciones de luz escasa y una gran manejabilidad: una calidad mucho mejor que la de una películas transparentes.
La transición de la fotografía analógica no fue difícil: lo difícil fue esperar que lo digital superara la calidad de la película. Cuando lo hizo, me alegré mucho de dar el paso.
El principal cambio para mí es la pura calidad.
Solía usar siempre un lente de 15x para ver transparencias, comprobar el enfoque, etc. El digital me permite ampliar las imágenes a un nivel mucho más alto y ver la calidad. Estoy obsesionado con la calidad, el enfoque y la nitidez y hoy en día, soy capaz de obtener resultados mucho mejores con el digital.
Tu objetivo favorito.
Realmente depende de lo que estoy fotografiando.
Utilizo la conocida Santísima Trinidad de Nikon: 14-24; 24-70 y 70-200. Todos con una apertura de 2,8.
Normalmente las llevo en bolsillos de cinturón, y cambio de lentes a menudo. Para la vida silvestre uso un objetivo Sigma 150-600mm Sport, de increíble calidad.
Prefiero los lentes de zoom a los fijas; la calidad es fantástica en los zoom de nivel profesional, y encuentro que me permiten ser más preciso en la composición. También significa que es más probable que tenga la lente correcta en la cámara en situaciones de cambio rápido.
¿Qué significa para ti ser un fotógrafo de viajes?
Para mí, un fotógrafo de viajes debe ser un coleccionista de experiencias, no un observador pasivo.
Me gusta ser parte de la acción y que la gente reaccione e interactúe conmigo. De esta manera puedo hacer que la persona que mira mis fotos tenga una conexión única con la gente, lugares y eventos.
Una buena fotografía de viaje debe ser participativa. La fotografía tiene la asombrosa habilidad de intrigar a la gente y hacerlos parte de un momento.
Una anécdota de viaje: la historia detrás de una de tus fotos.
Creo en la fotografía de viajes como una experiencia y, como puedes imaginar, hay muchas historias detrás de mis fotos. Básicamente una para cada imagen.
La fotografía que he elegido es uno de mis retratos favoritos. Fue tomada en una remota aldea en las colinas de Chin en Myanmar, donde las mujeres mayores tienen increíbles tatuajes en sus caras.
Estaba dirigiendo un tour, y había organizado una caminata bajo la lluvia, a lo largo de un sendero fangoso hacia una aldea remota. Las condiciones eran tan malas que sólo tres o cuatro del grupo querían ir conmigo. Cuando llegamos, nos recibió un viejo en taparrabos con un arco y una flecha. Nos acompañó al pueblo y nos ofreció cerveza casera, servida en cuernos de vaca. Hubo un número de personas que se acercaron a vernos, y se convirtió en una especie de fiesta, con música y baile local.
Me propuse hacer amigos y pasar un buen rato. En un momento dado me invitaron a probar con un arco y flecha, y más tarde con un mosquete de percusión casero. Todo esto, además de ser muy divertido, rompió las barreras, y así todos nos integramos completamente en el pueblo. Después de un tiempo, la gente parecía lo suficientemente relajada como para sacar mi cámara y empezar a hacer retratos.
Esta toma se hizo en condiciones de luz muy pobres, usando un haz de luz de una ventana y balanceado con un reflector. Permanecimos en la aldea mucho más tiempo de lo esperado, y tuvimos que bajar la colina por un puente colgante, sobre un torrente impetuoso para volver a la carretera principal. No sólo fue genial por las fotos, sino también por la experiencia: inolvidable.
Unos meses después volví al pueblo y me llevé un montón de impresiones. A los lugareños les encantó verlas, y desde entonces he comprado una pequeña impresora Canon Selphy que funciona con batería. ¡La próxima vez podré entregar las fotos de inmediato!
Conocí y admiré tu trabajo por primera vez a través de "Travel Photography", un manual publicado por Footprint. Cuéntenos más sobre los libros que has escrito.
Las dos ediciones de Footprint de «Travel Photography» son esencialmente un resultado de los viajes fotográficos que empecé a organizar en 2006.
El hecho de tener que enseñar los fundamentos de la fotografía me ayudó a procesar el conocimiento de muchas cosas que he estado haciendo durante años!
En este momento, estoy ocupado trabajando en una tercera edición, pero debido a la crisis de COVID, estoy planeando incluir mucha más información sobre la fotografía de viajes a nivel local.
Ver también: 8 libros de fotografía de viajes para inspirarse
¿Cuáles son los viajes fotográficos en programa para el 2021?
El 2021 sigue siendo un año difícil debido al COVID. He organizado un viaje a Georgia para un grupo privado de pasados viajeros que ahora se han hecho amigos y quieren viajar juntos. Los otros son viajes re-programados que se pospusieron en 2020 en el punto culminante de la crisis. Son tours a Namibia en septiembre y a Rajastán en noviembre.
Es probable que el año próximo sea mejor, con viajes a Madagascar en abril, a Ladakh (India) en julio, a Uzbekistán en septiembre y tal vez a Myanmar en noviembre.
A principios de 2023 espero realizar un viaje a la Antártida!
Has estado en el mundo de la fotografía de viajes durante mucho tiempo. ¿Qué cambios ha visto en estos años y qué les sugerirías a un fotógrafo que está a punto de iniciar esta actividad?
El mayor cambio fue la llegada de la fotografía digital y la democratización de la fotografía.
Con la película, si no usabas el film transparente era prácticamente imposible vender tu trabajo. Había muchos fotógrafos aficionados con talento que fotografiaban en negativo, y de hecho, se excluían del mercado.
Con el digital, básicamente todas las cámaras son iguales. Claro, algunas son más nítidas, tienen más píxeles o son capaces de disparar en escasas condiciones de luz, pero para el usuario medio que descarga imágenes de una librería online nada de eso tiene importancia.
Como resultado, el trabajo del fotógrafo de viajes está más abierto que nunca al fotógrafo aficionado. Desafortunadamente, esto ha llevado a una gran rebaja de las tarifas de uso de todas las fotografías, que han caído en picada.
El lado positivo es que con una cámara moderna, un portátil y un teléfono móvil local puedo archivar imágenes interesantes desde cualquier parte del mundo. Puedo, de hecho, ser mi propia agencia de noticias personal, y me he aprovechado de esto muchas veces.
Sin duda la industria ha cambiado, pero – incluso en medio del tercer bloque de COVID en el Reino Unido, cuando todo el trabajo parece haberse acabado, y he pasado la menor cantidad de tiempo fuera del país en los últimos 30 años – estoy tratando de centrarme en lo positivo y las nuevas oportunidades.
Hay una gran frase, atribuida a Robert Capa, uno de los co-fundadores de la agencia de fotos Magnum. Estaba hablando con otro fundador, Henri Cartier-Bresson, un fotógrafo surrealista. Capa le aconsejó que si quería conseguir un trabajo, no se describiera como surrealista, sino como fotoperiodista, y que siguiera haciendo fotos surrealistas.
Con la fotografía de viajes, en este momento tan inundada de «fauxtographers» (un término moderno para describir los fotógrafos que abusan de la manipulación digital cambiando la realidad de un hecho), no seas un fotógrafo de viajes, sé cualquier otro tipo de fotógrafo, pero hazlo mientras estás de viaje.
¡Entonces podrías ser capaz de vivir de tu pasión!
